viernes, 26 de octubre de 2012

Convocatoria del IV Concurso de Microrrelatos "Rafael Barrett"

Por cuarto año consecutivo el Departamento de Lengua os llama a participar en el concurso de microrrelatos.

Tienes un mes para componer tu relato brevísimo y enviarlo antes del 26 de noviembre.

Podrás ganar, además de la gloria literaria, un vale por 50€.

   
 Las Bases son las mismas que en pasadas convocatorias.
 
1.- Podrán participar todos los alumnos matriculados en el centro.

2.- Se establecen tres categorías: A: primer ciclo de la ESO, B: segundo ciclo de la ESO y C: Bachillerato y Ciclos Formativos.

3.- El tema de los trabajos será libre. La extensión máxima del microrrelato será de 100 palabras. Los trabajos han de ser originales e inéditos Cada participante puede enviar hasta un máximo de 2 relatos, en el caso de enviar más de ese número, sólo se considerarán los dos primeros.

4.- Los microrrelatos deberán enviarse a la cuenta de correo a esta dirección: lengua@iesgutierrezaragon.es En el “asunto” se pondrá el título, pseudónimo y categoría (A, B ó C). Y en el “cuerpo del mensaje” se escribirá el relato y, al final, se indicará el nombre, apellidos, curso, grupo y pseudónimo.

5.- El plazo de presentación finalizará el día 26 de Noviembre de 2010.

6.- El Departamento de Lengua y Literatura publicará en su blog (mirandovivir.blogspot.com) los títulos de los microrrelatos recibidos, junto al pseudónimo del autor.

7.- El Jurado estará compuesto por profesores del centro y podrá declarar desiertos los premios que estime oportunos. Su decisión será inapelable.

8.- El fallo de los premios se hará público el día 3 de Diciembre Los relatos ganadores y los nombres de los autores serán expuestos a través del blog del departamento y otros medios, así como la selección de microrrelatos que el jurado considere conveniente publicar, mencionando siempre el nombre del autor.

9.- Los ganadores de cada categoría obtendrán como premio un vale por valor de 50€.

10.- Los participantes ceden los derechos de edición, reproducción y comunicación pública a la organización, que podrá publicar los textos que considere.

11.- La participación en este concurso implica la aceptación de las Bases.

          Para más información dirígete al Departamento de Lengua


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martes, 16 de octubre de 2012

La calle Miguel de Unamuno

Publicamos ahora uno de los trabajos pertenecientes al Callejero Literario de Torrelavega, recién editado por el Ayuntamiento. Este artículo de Javier González e Íñigo Echegoyen fue inicialmetne el trabajo de documentación que acompañaba a una solicitud al Ayuntamiento para que fuese puesto el nombre de D. Miguel de Unamuno a una calle de Torrelavega. La sorpresa fue que ya existía una calle con ese nombre desde 2001, pero no constaba en ningún callejero, porque la decisión municipal, 11 años después, aún no se ha ejecutado.

 
 
“…volvíamos a ti por todas las veredas...                        
qué difícil, en los vestigios                        
del ayer perseguir tu huella…”                        
 
 (José Hierro)                       

Don Miguel de Unamuno fue un escritor perteneciente a la Generación del 98, nacido en 1864 en Bilbao. Estudio Filosofía y Letras y en tres ocasiones ostentó el cargo de rector de la Universidad de Salamanca. Pero sus ataques al rey y a Primo de Rivera hacen que en febrero de 1924 sea exiliado hasta la caída del régimen. A su vuelta se presenta concejal por la Conjunción Republicano-Socialista en 1931 y resulta elegido. Será precisamente Unamuno quien proclame la República en Salamanca el 14 de abril de ese año. Al iniciarse la guerra civil, apoya primero a los rebeldes, pero en el acto de apertura del curso académico se arrepintió públicamente de su apoyo a la sublevación. Murió de forma repentina en 1936 en su domicilio de Salamanca.
 
Unamuno tuvo cierta relación con Torrelavega, si bien no fue constante e intensa, pero si lo suficiente como para mantener amistades en la comarca e  inspirar en el autor escritos, cartas y alabanzas a esta noble ciudad y sus gentes. Así se expresa cuando se dirige por carta al Dr. Velarde:
 
… de ésa para mí inolvidable Torrelavega.
 
Don Miguel estuvo por primera vez en Cantabria en 1923, sólo un año antes de su exilio, invitado por su amigo, el conocido crítico literario y escritor José Mª de Cossío, a su Casona de Tudanca, en el Valle del Nansa, escenario en el que se desarrollan algunas escenas de la novela perediana Peñas Arriba. Allí en Tudanca se hará amigo de D. Ventura, el sacerdote,  y de D. Escolástico, el maestro. Tras su estancia en Tudanca había pasado un par de días en Torrelavega, hospedándose en el Hotel Bilbao, durante esta visita inicia unas amistades duraderas, entre éstas la  que tiene con el Dr. Bernardo Velarde y D. Enrique D. Madrazo.
 
EI 6 de septiembre  de 1931 Unamuno volvió a Torrelavega, para participar un mitin organizado con motivo de la visita de la Juventud Republicana de Bilbao a los republicanos torrelaveguenses. EI día 7 se consiguió celebrar el acto republicano, a pesar de las dificultades que había puesto el Gobernador interino.
 
En esos días don Miguel se hospedó en  la finca que tenía en Tanos el doctor Velarde, a la que Unamuno bautizó en alemán Augenweide, "pasto de los ojos”, pues desde allí  se divisaba la hermosa vista del Dobra, lugar al que solían subir durante sus estancias en Torrelavega.
Unamuno tumbado junto al niño Bernardo y el perro Barry.
 Detrás el  Dr. Velarde y Ramón Palacio
 
  El Dr. Velarde poseía un perro San Bernardo, Barry, que había traído de Einsenberg (Alemania), del cual Unamuno se encariño mucho, al enterarse de su muerte compuso el siguiente poema, y fue él quien le puso epitafio.

 

 




Descansa en paz mi pobre compañero
descansa en paz, más grande
la suerte de tu Dios que no la tuya
Los dioses mueren cuando muere el perro
que le lamió las manos
que le miró a los ojos
y al mirarle así les preguntaba
¿a dónde vamos? 




Miguel de Unamuno junto a Barry,
en El Refugio de Tanos
 

La estancia de Unamuno en Torrelavega le permitió descansar en la finca de Tanos a lo que ayudó su ambiente campestre. Unamuno venía a encontrar tranquilidad para el espíritu, pero encontró inspiración para componer a los pies del monte Dobra, un poema que tituló  Augenweide, donde muestra la visión bucólica del monte Dobra desde la finca del Dr. Velarde. 
 
Pasto de los ojos; canto
del sol sobre el verde; nido
seguro de apego santo;
fresco rincón escondido
donde la cuesta se acuesta
a dormir; primer empeño
de mocedad: la gran fiesta
de desnudar al ensueño.
 
La importancia de la presencia de Unamuno en Tanos está ratificada por otro gran  escritor español, premio Cervantes en 1998 y muy vinculado a Torrelavega, José Hierro, quien en el año 1951 compuso un poema a esa estancia de Unamuno en Tanos por el 15 aniversario de su muerte.  





 En memoria de D. Miguel de
Unamuno, a través de los re-

cuerdos de D. Bernardo Velarde 
 
Era difícil encontrate,
pensarte, como si vivieras.
Escuchábamos las palabras
que restallaban en tu lengua.         
Tallado en piedra, contemplábamos 
tu perpetuo gesto de piedra.
Junto a tu sueño, un perro, como 
los guerreros de las leyendas.   
Estrechábamos una mano   
donde tu mano un día ardiera.
Recordábamos y volvíamos
a ti por todas las veredas.
 Y era difícil encontrarte,
abarcarte, saberte; era
como erigir ciudades de oro
con sillares leves de niebla. 
 Ay, llama ardiente, donde el alma
quemaba su olorosa leña,
qué difícil, en los vestigios
del ayer perseguir tu huella;    
tallarte en tiempo, hacerte tiempo,
 volverte a tu total materia,
huesos y sangre temporales,
verbo terrible de profeta.
La eternidad, sobre tus hombros
pesaba como noche negra.
 Qué difícil imaginarte. 
 Sombra y perfume eres apenas. 
 Sombra de sus sueños que soñara
el Padre, aroma de materia
que modelara el Padre. Sombra
y perfume apenas.
 Es imposible hallar al hombre
que te llevaba por la Tierra.
    
           José Hierro
31-XII-51. 15 Aniversario de la muerte
[de Miguel de Unamuno]

 
 
  Como parte de una pared, en un camino vecinal, ahora asfaltado, muy cerca del Refugio de D. Bernardo Velarde, hoy se puede ver una piedra de gran tamaño, con esta inscripción tallada y bastante legible “AUGENWEIDE”. Fue deseo del Dr. Velarde hacer así un homenaje al poema que compuso en su finca Miguel de Unamuno.  
 
Tallado en piedra, contemplábamos / tu perpetuo gesto de piedra
 (José Hierro)
Torrelavega:
Cruce de Caminos
A la derecha de este prisma de piedra hay otro más pequeño con la frase  también tallada en la piedra Cruce de caminos, difícil de leer. Debajo de ella  hay una cruz y, más abajo, las iniciales “M de U”, que naturalmente se refieren a Don Miguel de Unamuno. Una clara muestra de que Don Miguel fue uno de los primeros en darse cuenta de la posición estratégica de Torrelavega con el resto de la región, pues utilizó la ciudad como residencia en sus estancias y desde aquí se desplazaba a los distintos lugares que visitaba (Altamira, Santander, Tudanca…). 
 
 Hasta el siglo XIX Torrelavega había sido poco más que una aldea abandonada, pero en muy poco tiempo se convirtió en el eje de las comunicaciones entre las distintas zonas de la región, que es hoy día.  Esta piedra es un regalo de Unamuno a Torrelavega, que debería tener mejor consideración y conservación pues bien podría convertirse en un icono para nuestra ciudad, el símbolo de su carácter abierto y próximo, que además lleva la firma de Don Miguel de Unamuno.  
 
Emplazamiento de las piedras en el exterior de la finca
Cuando comenzamos este trabajo pensábamos que Unamuno no poseía una calle en la ciudad y, de hecho, hicimos una propuesta al Ayuntamiento de Torrelavega para que diera su nombre a una vía pública. Para nuestra sorpresa la respuesta fue que ya había una calle con el nombre de Unamuno en el municipio. El Ayuntamiento había aprobado en 2001 una restructuración del callejero de Tanos y había dado nombre a una veintena de calles que no lo tenían; entre otros el de Miguel de Unamuno. 
 
 
Por tanto, la calle Miguel de Unamuno sale desde el Paseo Fernández Vallejo, a la altura del monumento a Los Picayos de Tanos, hasta la Carretera que va a Cartes, discurriendo por detrás del restaurante El Refugio, que aún conserva el nombre de la finca del doctor Velarde. Se trata de una calle estrecha y algo retirada, dividida en dos tramos; uno que se utiliza casi exclusivamente para servicio del restaurante y otro residencial, rodeado de nuevas urbanizaciones y casas antiguas. Separa ambos tramos una calle que lleva el nombre de Bernardo Velarde y que corta perpendicularmente a la de Miguel de Unamuno, en un abrazo simbólico entre los dos amigos. Precisamente era esa la calle que nosotros habíamos propuesto al Ayuntamiento para nombrarla Miguel de Unamuno. Es también en este hermoso paseo donde se encuentran las inscripciones en piedra y, seguramente, por donde Unamuno pasearía durante su estancia en la finca de Tanos con su amigo y anfitrión. Además considerábamos que el paseo unía estas inscripciones con el campus de la universidad de Torrelavega a través del barrio San Julero; y qué mejor referencia para Unamuno que la Universidad, puesto que durante tiempo él mismo fue rector en la de Salamanca. 
 
Advertimos, sin embargo, que quien busque esta calle en Tanos no lo va a encontrar ninguna referencia, porque no hay letrero alguno, ni aparece reflejada en los callejeros. La decisión tomada hace once años aún está pendiente de ejecución.





lunes, 15 de octubre de 2012

La memoria literaria de las calles


Alumnos del IES Manuel Gutiérrez Aragón presentan un Callejero Literario de Torrelavega editado por el Ayuntamiento.

 
El pasado miércoles se presentó en el Salón de Plenos de nuestra ciudad un Callejero Literario de Torrelavega, escrito por 17 alumnos del IES Manuel Gutiérrez Aragón y editado por el Ayuntamiento.  La obra, resultado de un largo trabajo de investigación, fue presentada por uno de los alumnos-escritores, Íñigo Echegoyen, el profesor de Lengua y Literatura, Álvaro Rubio, y la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Torrelavega, Berta Pacheco.

En el acto de presentación, la responsable de cultura, Berta Pacheco,  felicitó a los estudiantes por el trabajo realizado y al profesor que propuso y orientó este trabajo porque “constituye un tesoro más de la cultura de nuestra ciudad” y explicó que cuando llegó a sus manos un borrador de este libro, desde su concejalía “no se dudó ni un momento en editarlo”. 

El origen de este Callejero Literario fue un reto que el profesor de Lengua y Literatura, Álvaro Rubio, propuso a sus alumnos, entonces de 4º de ESO, para que investigaran y descubrieran las historias y secretos que encierran 16 calles de Torrelavega que llevan el nombre de otros tantos escritores. El trabajo académico inicialmente trataba de “poner en relación lo que se hace en la escuela con lo que sucede fuera, en la sociedad, buscando métodos más eficaces para enseñar y aprender”, algo que para él es una de las señas de identidad de la enseñanza pública, “la única que puede garantizar una calidad educativa, real y para todos, no sólo unos pocos privilegiados”; lo que hace que la Educación Pública “sea una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos, a pesar de los intentos por deteriorarla y devaluarla”.

Para el profesor la propuesta inicialmente consistía en que los alumnos compusieran un pequeño artículo sobre cada una de las calles de la ciudad que lleva el nombre de un escritor e investigaran previamente qué había detrás de este nombre, con el objetivo de trabajar ciertos contenidos de Lengua (composición de textos expositivos, descriptivos y argumentativos) y de Literatura. Esta propuesta didáctica fue premiada en marzo del año pasado con el segundo premio nacional de Buenas Prácticas Educativas que otorga la asociación de padres y profesores Mejora tu Escuela Pública.

El libro va precedido de un prólogo donde se explica la importancia de la denominación de las calles y el cómo, cuándo y por qué se empezaron a poner nombres de personas en el callejero. A continuación, se pueden leer los 16 artículos con referencias a otros tantos escritores, algunos más conocidos por otras facetas, pero que en algún momento hicieron literatura de creación. Cada uno de los 16 artículos, con distinto estilo, tiene unos mismos bloques de contenido: una descripción de la calle, datos de interés, anécdotas, importancia del escritor que le da nombre, motivos para tal denominación y textos literarios que asocian el escritor a la ciudad o la región. Además, se incluye una valoración de la adecuación del nombre a la calle. Todo ello ampliamente ilustrado con fotografías del cartel, de la calle, del escritor y otros asuntos relacionados. Álvaro Rubio se ha mostrado "muy contento" y "orgulloso" de sus alumnos por el "magnífico" trabajo que, a su juicio, han realizado con este callejero

Por parte de los alumnos, Íñigo Echegoyen explicó que al principio la tarea fue “ardua y difícil”, porque no entendían bien cuál era el objetivo que tenía el profesor con ese trabajo. “No sabíamos dónde estaba la mayoría de las calles y desconocíamos la vida de muchos de los autores que les daban nombre”. Pero según fue pasando el tiempo, comprendimos el sentido”, asegura; “nos fue gustando y pusimos más ahínco. Nos llevó un gran trabajo de campo, recorriendo con atención las calles, y un trabajo de estudio, visitando bibliotecas, hemerotecas o archivos para poder justificar lo mejor posible la denominación de las calles”. Por último, los alumnos quisieron agradecer al profesor la labor de dirección y coordinación y al Ayuntamiento la acogida de esta propuesta de editar y divulgar el callejero.

Todos, el profesor y los alumnos, están convencidos de que la experiencia les ha permitido  aprender muchas cosas de su entorno; aseguran tener ahora un conocimiento más profundo de la ciudad. Según Íñigo Echegoyen “ya no nos es posible pasear por Torrelavega sin tener presente la reflexión sobre estos escritores que han dado nombre a algunas de sus calles”.
 
Los autores del libro ante El Refugio del doctor Velarde, el Augenweide de Unamuno. Abril,2011
Los alumnos del IES Manuel Gutiérrez Aragón, que han compuesto este Callejero Literario de Torrelavega, se han visto sorprendidos por aspectos inusitados y desconocidos de la ciudad. Así Sandra García descubre la existencia de un verdadero barrio literario, donde confluyen los nombres de varios escritores unidos también por lazos de amistad, entre otros Jésus Cancio del que muestra un poema dedicado a la cárcel de Torrelavega donde estuvo encerrado; Paula Coterillo se asombra del estado de ruina en que está la casa familiar de José Luis Hidalgo; Laura Alonso  explica que la Barca que aparece en el apellido de Calderón es la que servía hace siglos para pasar el río Besaya desde Barreda a Viveda; Nuria Martínez localiza un poema de José del Río Pick dedicado a Teresa de Jesús; Julio Lavandero lamenta que Rafael Barrett, un escritor valorado internacionalmente, y poco conocido aquí, dé nombre en un pequeño callejón; Jorge Martil revela la admiración de un joven Ramón y Cajal por la tierra de Cantabria; a Néstor García le choca que José Hierro, tras salir de la cárcel, fuese un trabajador de Sniace; Verónica Michelena desempolva un texto de José Mª  de Pereda describiendo la Plaza Mayor de Torrelavega;  Andrea Revuelta se maravilla de la altura científica y humana de Hermilio Alcalde de Río; Susana Boned nos pone al corriente de la relación de Manuel Llano con la ciudad; Adrián Zamanillo identifica los colores verde y rojo de Torrelavega en la enseña familiar del Marqués de Santillana; a Heloise Arce le llama la atención que la ahora calle  Menéndez Pelayo fuese en otro tiempo una especie de Gran Vía cinematográfica; Raúl Tresgallo sigue el rastro de Martínez y Ramón desde sus poemas religiosos a la autoría del himno de la ciudad de Bailén; Yaiza Valdés descubre con orgullo que La Vega del apellido que Garcilaso pasea por el mundo sea la de sus antepasados Lasso de la Vega y por tanto nuestra Vega del Besaya; Soraya Salas explora la historia del actual teatro Concha Espina; Íñigo Echegoyen y Javier González investigan la presencia de Miguel de Unamuno y su vinculación afectiva con Torrelavega y se asombran de que unas olvidadas inscripciones en piedra, testigos de esa vinculación, no tengan más presencia, aprecio y protección.

Por todo ello, por la información tan sabrosa que ofrece este libro, bien puede servir también como guía para un paseo literario por la ciudad y para disfrutar leyendo los textos literarios que asocian a estos escritores con Torrelavega.

 

Quiénes somos

Éste es el blog del Departamento de Lengua del IES Manuel Gutiérrez Aragón de Viérnoles (Cantabria). Con este título queremos hacer un homenaje a Rafael Barrett, escritor contemporáneo a la Generación del 98, nacido en Torrelavega, muy poco conocido en nuestro país pero una figura fundamental en la literatura y la cultura de Sudamérica, especialmente en Paraguay, país donde vivió intensamente y escribió lo mejor de su obra. Comprometido con su tiempo, Mirando vivir es el título con el que se publicaron sus artículos periodísticos en 1912. Mirar la vida es, precisamente, la función de la escritura literaria, que observa, analiza con una mirada especial la vida de los seres humanos. Barret -ingeniero, matemático, periodista, narrador, ensayista- fue un anarquista no violento que jugó siempre la carta de los perdedores y denunció las raíces de los males sociales. En 2010 se cumplen cien años de su muerte, un buen pretexto para recuperarlo.